jueves, 8 de abril de 2010

La Hora Zen: No-Lucha, No-Esfuerzo

Foto: Fields of Gold, de Allard One, en Flickr.

"Hui Tang estudió el Zen bajo la dirección de Hui Nan durante varios años. cuando alcanzó el satori fue a ver a su maestro. Éste sonrió y, antes de que hubiera pronunciado una sola palabra le dijo:

- Por fin has entrado en mi habitación.
- Si la verdad del Zen es lo que poseo ahora - dijo Hui Tang - ¿por qué nos haces tragar todas esas viejas historias y nos agotas obligándonos a esforzarnos para encontrarles sentido?
- Si no os hiciese luchar de todas las formas posibles para encontrar su sentido y llevaros finalmente a un estado de no-lucha, de no-esfuerzo, donde podáis ver con vuestros propios ojos, estoy seguro de que perderíais todas las oportunidades de descubriros a vosotros mismos - explicó por una vez el maestro."

Los mondos, relatos budistas como los anteriores, se multiplicaron enormemente dando origen a dos tendencias un tanto extremas y calificadas como erróneas: el intelectualismo y el quietismo.

El intelectualismo es llevar al extremo el don de la palabra. Aprender miles de frases, como fórmulas, sin detenerse a entender su objetivo. El quietismo, es el extremo opuesto, donde se olvida también del objetivo de las palabras y se vuelcan en una meditación que calificaron de 'vacía'. En resumen, ambas tendencias se ocupan de los adornos en vez del contenido.

Para combatir estas tendencias dañinas en la verdadera finalidad de la meditación y las enseñanzas, surgen los Koans. Ya en entradas anteriores, explicamos un poco de que van: El Entrenamiento de un Hámster. Los Koans nunca son lo que parecen y siempre son muy divertidos. Siempre buscan señalar aquellos espacios donde nuestra mente intelectual no puede llegar. Y créanme, es un viaje de paisajes inolvidables.


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