miércoles, 7 de abril de 2010

La Hora Zen: Desde el Comienzo


Foto: reflections, por Camil Tulcan, Flickr


"Un día Hui Ko predicaba en una gran ciudad acerca del sentido del Zen. Entre los que le escuchaban estaba Tao Huan, un maestro de meditación budista que dirigía a unos mil discípulos. Creyendo que predicaba una doctrina falsa, envió a uno de sus alumnos para que averiguara quién era Hui Ko.

El discípulo tras escuchar las enseñanzas del patriarca no volvió junto a su antiguo maestro, permaneciendo con Hui Ko. Tao Huan envió a otros monjes para que fueran a buscarle, pero todos ellos se quedaban con el primer patriarca.

Algún tiempo después se encontró con su primer alumno, que había enviado a buscar tantas veces, y le preguntó:

- ¿Cómo es que mandé a buscarte tantas veces? ¿Es que acaso no te había abierto yo los ojos?
- Mis ojos eran perfectos desde el comienzo, fue culpa tuya que empezaran a bizquear - respondió el discípulo."

("Introducción al budismo Zen" de Mariano Antolín y Alfredo Embid)

Como nota adicional, les cuento más sobre Hui Ko. Un día un sacerdote daba su sermón en el templo, mientras Hui Ko predicaba cerca. Los fieles abandonaron el templo para ir a escuchar a Hui Ko. El sacerdote se ofendió tanto que lo mejor que se le ocurrió fue denunciarle por hereje. Hui Ko fue condenado a muerte por el emperador y ejecutado cuando tenía 107 años. Su predicación empezó a los 80 (nunca nunca es tarde). Llegó a ser el Segundo Patriarca de China, sucesor de Bodhidharma según la predicción. La historia de su aprendizaje con Bodhidharma vale la pena.

Sobre el relato, me deja pensando en cómo el arraigo desvió al maestro de su verdadera finalidad, ayudar a que sus alumnos entren en consciencia de su propia sabiduría, sin alterarla, sin siquiera sugerir cómo llegar a descubrirla. Al final, las respuestas siempre las tenemos, solo basta con aprender a recordarlas.
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