miércoles, 15 de agosto de 2007

La Vela


Hoy ha sido un día de los que recordaré. Hoy es un día en el que escribo para no olvidar, escribo para recordar, escribo para que las palabras asienten en el Universo lo que ha sido para mi el día de Hoy.

Echarles el cuento estropearía las energías :-)

No les echaré el cuento (no quizás en este post).

Pero no por eso no les dejaré de echar un cuento (o dos) :-P

Mi posición favorita en Yoga es conocida como La Vela. La primera vez recuerdo me fue presentada a través de las palabras: "Arriba es abajo, izquierda es derecha..." Muchos lo asociarán a Jack Sparrow en la última saga de Pirates of Caribbean..Up is Down... Yo lo hice hehehe

Volviendo al tema, se trata de que debemos integrar nuestros lados en uno sólo para encontrar la iluminación, que simplemente puede traducirse en estar en paz con nosotros (como si fuera simple...) Vivimos en un mundo bipolar: blanco negro, claro oscuro, arriba abajo, conceptos que están apareados inevitablemente en una relación de amor sin la que podrían existir el uno o el otro. Particular atención requiere la pareja bien-mal. No hay un bien si no hay un mal. Por ende, no podemos ser buenos sin ser malos, no podemos ser malos sin ser un poquito buenos aunque sea. Somos un universo donde contenemos las dualidades de la vida, siendo nosotros también indispensables dentro de ese par. Bien y mal, necesitan un sujeto que los contenga, alguien bueno alguien malo. Hablamos entonces de una trilogía. Todo eso en nosotros mismos.

Dos vías opuestas y la persona que elige cual tomará, recordando (u olvidando en muchos casos) que tiene siempre el otro camino disponible. Siempre, Nunca.

La Vela: la segunda vez que la hice, esperando con ciertas ansias a que mi cuerpo adoptara esta posición, sentí algo mágico. Mis pies estaban en el techo, mi cabeza en el piso. Up is down. La visión fue totalmente nueva, surreal, tangible. Pude caminar por el techo usando mi cabeza.

Algunos pensarán que la perdí durante el ejercicio ;-) No los culpo. Los invito a vivirlo, a perder la cabeza (o el equilibrio) aunque sea una vez. Una vela. Down, Up, Up, Down.

Y finalizo con un cuento zen (no es un koan así que no apresuren mucho al hámster). Ah! El hámster se los presento en otro momento ;-)

La puerta del Templo
Había una vez un hombre rico llamado Heizayemon que era reconocido por sus obras benéficas en favor de los niños de familias pobres, obras de caridad y ayuda a los de menores recursos.
(U got the point)
Un día cierto monje budista fue ante él, al escuchar su fama de hombre generoso, para solicitarle ayuda para construir la puerta de un templo.
El filántropo Heizayemon se rió en la cara del monje y le dijo:
"Yo ayudo a la gente porque no puedo soportar verla sufrir. ¿Qué tiene de malo un templo sin puerta?"
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