lunes, 23 de enero de 2006

Un Cierto Sabor a Noche...

Si fuera fácil, pero de todo lo difícil esto es lo más...

Es un post incompleto este que escribo, es un café con agua, un chocolate sin azúcar, este que lees.

Es el poema no escrito, el libro no leído, el juguete no usado.

El más querido, si. El más amado.

Sin nombre, uno que va y viene, uno que no me aprendo y olvido.

La Noche se despierta, la lluvia refresca la brisa y las hojas del olvido caen, meciéndose entre mis cabellos y cayendo a mis pies.

Torpes palabras, no por torpeza, más por temor a ser dichas, escritas, saboreadas, usadas, tontas palabras, se esconden, golpean y huyen, me besan en los labios y se van.

¿Para qué? Si nunca nada se dijo, por nada entiéndase lo nulamente significativo y lo meramente falso.

Ves cómo se diluye este espacio, ves cómo se ennegrece más la noche, cruda y fría, alejada del horizonte donde amanecen los días por venir. Ves por qué no deben tener más tus brazos estos pesares que laten en decadencia, pero fuerte, muy fuerte, hasta el final.

Ves cómo hablo sola, de nuevo.

No hay nada más, hay demasiado y poco. No hay. Es el vacío.

Es y asi será....
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