Estoy viendo una materia llamada Imaginario Monstruoso, del Departamento de Literatura, en la que no sólo he descubierto el interesante mundo Freudiano, sino he descubierto una parte de mi misma, antes ignorada.
Mi fascinación particular lo merece lo que Freud llama "Lo Siniestro" (UnHeimlicH), que no es más que todas aquellas características propias que han sido desaprobadas por nuestro entorno a través de leyes o normas, y por tanto reprimidas en nuestro ser para lograr aceptación y no ser vistos como "diferentes" o "incomprendidos" y luego, cercanos a ser monstruos, con la angustia de que no ha sido desterrado de nosotros, aquello que podría verse como nuestra Sombra, regresa a pasar factura.
Es definitivamente perturbador saber que nuestros miedos están originados o construídos por nuestra propia Sombra ( no la de tu enemigo, no la de una bruja, no la del hombre lobo, la TUYA PROPIA) por todo aquello a lo que nos hemos obligado a huir y que vuelve por nosotros. Y concluir que eso nos hace a todos, monstruos, de forma potencial o realizada.
Ante todas éstas inquietudes, no sólo he descubierto que si me asusto por algo, en realidad me asusto de mi misma, de algo que proviene de mi interior, sino que además yo también genero esa sensación en algún otro. Soy un Monstruo.
Profundizando aún más, no soy cualquier monstruo, soy uno de los peores (porque con el pasar del tiempo me he mantenido, no como un cuento de hadas sino que soy REAL). Esto lo digo basada en muchas razones, pero especialmente en una condición que en realidad ni siquiera escogí, Soy Mujer, y con eso puedo hacer temblar a muchos....
Existen muchos mitos a lo largo de la historia que nos muestran el miedo a la Mujer, fundamentado en su cuerpo o partes, y en su capacidad de dar vida, entre otros, que por supuesto la hacían (y hacen) diferente, misteriosa y por tanto peligrosa. La devoradora de hombres, tiene bases en algo más que una metáfora usada por Gallegos para referirse a nuestra Doña Bárbara. Pero más allá del aspecto fisionómico, está el psicológico, o mejor aún el simbólico. En este hago un gran hincapié, aunque me reservaré el tema para un apartado especial.
Tengo que hacer un trabajo para esa materia, y se me ha pedido que me base en un monstruo, pues bien, me he mirado en el espejo de la Historia y de la actualidad y he decidido estudiarme a mi misma, como mujer. Me han preguntado, ¿por qué, si de taaantos monstruos que hay en la tierra, por qué, mujer, tu te has escogido a ti?!! Bien, lo hice porque el monstruo no escoge ser diferente, no escoge ser temido (al menos no en principio), el monstruo nace de un colectivo y más cerca aún, nace de nosotros mismos. Yo quiero no sólo saber, sino exponer públicamente las razones de mi naturaleza monstruosa, las características y por que no, el repudio. Sin embargo, en el fondo, como todos nosotros, sólo busco respuestas, con un poco, muy poco de esperanzas...
Mi fascinación particular lo merece lo que Freud llama "Lo Siniestro" (UnHeimlicH), que no es más que todas aquellas características propias que han sido desaprobadas por nuestro entorno a través de leyes o normas, y por tanto reprimidas en nuestro ser para lograr aceptación y no ser vistos como "diferentes" o "incomprendidos" y luego, cercanos a ser monstruos, con la angustia de que no ha sido desterrado de nosotros, aquello que podría verse como nuestra Sombra, regresa a pasar factura.
Es definitivamente perturbador saber que nuestros miedos están originados o construídos por nuestra propia Sombra ( no la de tu enemigo, no la de una bruja, no la del hombre lobo, la TUYA PROPIA) por todo aquello a lo que nos hemos obligado a huir y que vuelve por nosotros. Y concluir que eso nos hace a todos, monstruos, de forma potencial o realizada.
Ante todas éstas inquietudes, no sólo he descubierto que si me asusto por algo, en realidad me asusto de mi misma, de algo que proviene de mi interior, sino que además yo también genero esa sensación en algún otro. Soy un Monstruo.
Profundizando aún más, no soy cualquier monstruo, soy uno de los peores (porque con el pasar del tiempo me he mantenido, no como un cuento de hadas sino que soy REAL). Esto lo digo basada en muchas razones, pero especialmente en una condición que en realidad ni siquiera escogí, Soy Mujer, y con eso puedo hacer temblar a muchos....
Existen muchos mitos a lo largo de la historia que nos muestran el miedo a la Mujer, fundamentado en su cuerpo o partes, y en su capacidad de dar vida, entre otros, que por supuesto la hacían (y hacen) diferente, misteriosa y por tanto peligrosa. La devoradora de hombres, tiene bases en algo más que una metáfora usada por Gallegos para referirse a nuestra Doña Bárbara. Pero más allá del aspecto fisionómico, está el psicológico, o mejor aún el simbólico. En este hago un gran hincapié, aunque me reservaré el tema para un apartado especial.
Tengo que hacer un trabajo para esa materia, y se me ha pedido que me base en un monstruo, pues bien, me he mirado en el espejo de la Historia y de la actualidad y he decidido estudiarme a mi misma, como mujer. Me han preguntado, ¿por qué, si de taaantos monstruos que hay en la tierra, por qué, mujer, tu te has escogido a ti?!! Bien, lo hice porque el monstruo no escoge ser diferente, no escoge ser temido (al menos no en principio), el monstruo nace de un colectivo y más cerca aún, nace de nosotros mismos. Yo quiero no sólo saber, sino exponer públicamente las razones de mi naturaleza monstruosa, las características y por que no, el repudio. Sin embargo, en el fondo, como todos nosotros, sólo busco respuestas, con un poco, muy poco de esperanzas...
UnHeimlicH: "Todo lo que debía quedar oculto, secreto, pero se ha manifestado..."
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