domingo, 5 de junio de 2005

Mariposas vuelan

y todo parece entrar en caos...

Hay tantas vidas exactas, palabras precisas, acciones oportunas, pero también hay desorden, dudas, silencios y giros inesperados. Los días atropellan, de forma particular, aunque hay escapes que te recuerdan lo valioso de vivir.

Antes luchaba por una causa que en apariencia era perdida, por una libertad ahogada, por una fé oculta y oscurecida, luchaba ciegamente con la bandera en alto, llena de sangre, y la espada fuerte y pesada en el brazo a veces cansado, pero luchando.

Era mi Reino el que debía ser defendido, en batallas donde los ideales eran inmensos, sublimes, intocables, nuestra bandera, y valía la pena el arriesgarlo todo por ella. Ahora, son sólo fantasmas en el campo los que gimen, y se buscan y galopan sin rumbo.

Hoy veo llamas pequeñas, entre la neblina, y un olor férreo que acobarda cualquier corazón que se pasee por esos lugares. Gélido ambiente donde dejé el alma rondando y aún no vuelve...¿aún batalla? ha dejado el cuerpo cansado y muerto, a mi lado. La desolación paraliza pero las llamas arden sigilosamente, hasta susurrar palabras inciertas...

Debo acercarme para oir mejor
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