domingo, 25 de septiembre de 2005

Tarde de un Domingo

Tarde de un Domingo, por una de las avenidas caraqueñas cercanas a mi casa y huyendo del gélido ambiente de mi sala, salgo a tomar un poco del Sol que afuera está espléndido, como si se tratara de países diferentes.

Un conductor a mi lado izquierdo saca su brazo, lo retuerce e intenta cerrar la compuerta trasera de su camioneta mientras tiene la otra mano en el volante, y los ojos y la conciencia sólo Dios sabe donde. El carro de atrás deberia estar pendiente pero luego de que su conductor termine la llamada que está haciendo por su celular y de bucearse a la mujer que va caminando por la acera. Y el de más atrás, bastante concentrado con unos audífonos en los oídos, en un carro que de verlo ya se necesita una vacuna anti tetánica. Tres carros que me pasan mientras el semáforo está en rojo, claro, obviamente se están comiendo todos la luz y cruzan en la esquina hacia el puente. Y en la radio suena un coro: "Dont analyze, Dont Analyze"

A mi lado derecho unos 12 niños en sus bicicletas, en el canal de los carros pedaleando tranquilamente mientras la luz cambia y los autos los arrean peligrosamente, aunque ellos vayan como en una pradera fresca y verde. Lo último que vi fue el chofer con el celular, ya terminada su llamada de emergencia, ahora mandando mensajitos de texto mientras toma la curva en una esquina bastante surrealista.

Dicha esquina tiene 10 semáforos, si 10!!!! (para más señas es la esquina donde está el Arturo's en la Av Páez). No hay forma de describirlo, más que una mezcla de Dalí con Da Chirico y cualquier otro pintor del movimiento surrealista (tirando a loco si es posible, con el debido respeto). Y como es de esperarse, nadie sabe para donde mirar ni cual luz es la que toca ¿será el del semáforo que esta medio inclinado viendo a esta esquina o será alguno de los dos que tengo enfrente o tal vez haya algún otro encima de mi cabeza y ese sea el correcto? Algo si es cierto, es que ante tanto caos la gente al menos baja la velocidad, claro eso no es indicio de que ya no hay choques o abusos, pero como buenos venezolanos, le damos un toque de humor al asunto.

Continuando, paso por el Café Taxco, reinaugurado tras más de 24 años en funcionamiento, y veo a la nena, de no más de 5 años que siempre al llegar me dice con bastante alegría y un aire de responsabilidad: "Está cuidao" bajo la mirada orgullosa de su mamá.

La brisa helada se cuela por la ventana y las calles están silenciosas, resguardando sus secretos y su orden y caos. Busco canciones, una y otra, hasta que Kurt me encuentra en ese amplio espacio herziano y me dice: "Come as You Are"

Finalmente abro la puerta, y encuentro a mi gato enrollado en mi cama, volteándose, me miro en sus grandes ojos, verdes por demás, y sé que estoy en casa.

Tomo el sweter, la franela, el mono, las medias y la tarde ha caído, como una suave cortina en la memoria, a través de la cual aún se puede ver que hay detrás.

Ha todas estas, me recuerdo que mañana es Lunes, y todas las tuercas que deben afinarse pues la maquinaria está ya en marcha, rodando y no perdona. Y de repente, viene una ola refrescante de lo inesperado, la nena de un compañero de clases nació esta madrugada!!! En sus fotos se ve más que angelical, me pregunto de dónde traen los bebés aquella sensación de paz y a la vez de alegría que se contagia con tal sólo verlos, como si pudieras oler el perfume delicado de su inocencia recién estrenada al mundo, y es imposible no contagiarse con esa marea de emociones. Asi que Gabriela Alejandra, Dios te guarde y te acompañe.

Luego habrá tiempo para decir wow cuán viejos estamos! jejeje ;)

"Life is not Measured by the Number of Breaths We take,
but by the Moments that Take Our Breath Away"
Get This