La Hora Zen se digitaliza

Queridos participantes de la hora Zen, hámsters e iluminados eventualistas,

Nuestras ocupaciones nos dispersan en el cumplimiento del ejercicio zen diario, de modo que siguiendo las enseñanzas, una de ellas dice que el Zen es como una balsa.. así que dejemos que navegue .. por la red

Así que ahí va…

Zen 312: La divisa del corazón

Los cambistas de monedas enseñan a sus discípulos durante mucho tiempo sólo las piezas buenas. Tras este aprendizaje, nunca se equivocarán al detectar una moneda falsa.

El método inverso –identificar primero monedas falsas- o el de mostrarle mezclas de buenas y malas, no da tan buenos resultados.

En lo que respecta a los sentimientos y pensamientos humanos, ocurre lo mismo: cuando sólo se conocen los positivos, jamás uno negativo ha de hacerse carne en el alma buena

(A.B Mitford, Tales of Old Japan)

Boooooin…(sonido de tambor japonés :-P )

PD: La Hora Zen consiste en 5 o 10 minutos (a veces un poquito más) donde se hace lectura de algún pensamiento Zen (koan, cita, etc) y cada uno de los oyentes comenta lo que interpreta del mensaje. Luego todos vuelven al día a día, un poco más livianos... Para el bosque, basta una semilla... La costumbre era leer a diario algo, sin embargo las distancias y rutinas han flexibilizado esto, de modo que expandimos los medios de encuentro zen. Espero de esta forma se expanda también la esencia detrás de la lectura. Por favor, si lo lees, deja tu comentario, es un intercambio justo y enriquecedor, causa y efecto, para concluir en la totalidad de la interacción.

Gracias.

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